martes, 25 de enero de 2011

¿Cómo atrapar la luz de la vela?

Acércate un poco más. La gente tiene miedo de acercarse, en particular a una persona como yo. Temen que al acercarse a mí podrían disolverse. Acercándose a mí podrían desaparecer. Por eso se mantienen a distancia, sólo se acercan hasta un punto que les permita seguir siendo ellos mismos; si llega un momento en que su mente quiera alejarse, pueden hacerlo.

Pero si te acercas mucho, eso significa que has dado un salto total, un salto cuántico; ahora ya no puedes irte, ahora no tienes posibilidad de irte. Ahora te estás fundiendo y disolviendo en lo desconocido. La gente se acerca pero sólo hasta un punto, para poder escapar si quieren, pueden darme la espalda si lo desean.

¿Conoces el significado de la palabra «hippie»? Simplemente significa mostrar las caderas, dar la espalda. El hippie es el que da la espalda al mundo, a sus problemas, a sus retos; él corre, escapa.

Acercándote a mí... no te detengas hasta ser, sólo entonces tu vela estará encendida. Ésta es la belleza de las velas: en una habitación puedes encender una vela o puedes encender miles de velas. Las velas pueden ser mil pero la luz será una. Por eso cuando el discípulo se acerca demasiado al maestro, las velas siguen siendo dos, pero la luz es una. Las llamas siguen siendo dos. Por eso tengo que hacer una afirmación aparentemente contradictoria: que cuando te disuelves en el maestro, por primera vez dejas de ser y por primera vez eres. No eres tu antiguo yo, ahora tienes una nueva individualidad. Lo que has perdido nunca fue tuyo; lo que has conseguido siempre ha sido tuyo, pero estaba recubierto por lo falso. Dos velas encendidas crearán una única luz en la habitación. Puede haber dos mil velas, puede haber dos millones; no supone ninguna diferencia, la luz será una. Así, en cierto modo, todas serán individuos y todas serán parte de una existencia oceánica.

Osho

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