viernes, 3 de diciembre de 2010

Gracias

Si la única oración que dijera en toda su vida fuera:

¡Gracias!,

bastaría.

Dicen los mahatmas que si se practica el dar gracias tras todo aquello que nos suceda, sea del signo que sea, se alcanza la paz profunda de nuestra alma. Una fórmula que, al parecer, drena bloqueos internos y disuelve los temores más hondos que habitan en el sótano de la conciencia. Afirman también, que cuando nos visita la Gracia, se vive en gratitud sostenida, un estado elevado en el que se tornan posibles las grandes elevaciones del alma.

Cuando decimos ”Gracias”, la mente subconsciente elimina, de manera sutil, el virus de las quejas. Sin duda, un programa mental de víctima por el que entregamos nuestro poder y perdemos la fuerza. Cuando pronunciamos “Gracias” se activa la fuerza mágica del Ser y aportamos seguridad a nuestra íntima realidad interna. Cuando decimos “Gracias”, se confirma que recibimos algo que nos ha llegado dentro, algo que ha gratificado nuestra vida y ha disuelto penas atrasadas. Cuando damos las gracias, reforzamos el buen fluir de las cosas y, además, generamos emociones placenteras.

Pues, muchas gracias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario